¿Se acerca el fin del «trabajo»?



Es evidente que el trabajo y el concepto que esta palabra encierra en el mundo laboral, han cambiado dramáticamente desde finales del siglo pasado y aún hoy en día siguen cambiando.

Debido a ello, todos los que vivimos en países considerados como “desarrollados”, hemos evidenciado que estamos entrando en una nueva era, en donde muy posiblemente haya comenzado lo que se conoce como el “fin del trabajo”, según la teoría de Jeremy Rifkin, debido a que la palabra trabajo, y todo lo que esta implica, ya puede aplicarse a un sin fin de nuevas actividades, que antes eran consideradas sólo como diversión.

Según mi opinión y siguiendo el modo en que están evolucionando las sociedades modernas, será prácticamente obligatorio que todos los gobiernos futuros se inclinen por conseguir niveles de pleno empleo, utilizando cualquier medio que esté a su alcance. Esto incluye, por su puesto, la forma en la que organizamos y estructuramos el trabajo como ente productivo y generador de riqueza y a todas las relaciones que estas actividades tienen con el resto de los componentes de la sociedad en su conjunto.

Definiciones muy comunes en nuestros días como: estabilidad laboral, teletrabajo, empleabilidad, autoempleo, mileuristas, empleo informal, empleo a tiempo determinado, etc… dejan de ser modelos estáticos y se han convertido en dinámicos, pues ya han entrado en la dinámica normal y habitual de cualquier individuo.


Incluso con la crisis laboral que estamos experimentando y con los índices de desempleo todavía en ascenso, es aún posible producir una especie de revolución laboral, en donde seguramente será posible generar más empleos de los que se suprimen, siempre que redefinamos la palabra "trabajo".

Para lograrlo, tendremos que tomar muy en cuenta, que muchos empleos considerados como tradicionales, comenzarán a desaparecer o a convertirse en otros más adaptados a los tiempos que corren, creando así la sensación de que el trabajo como tal desaparece, dando paso a otra cosa.

Bueno, en realidad no es que vayamos a presenciar el fin del trabajo como tal, sino que más bien seremos testigos de una transformación del significado de lo que es trabajar, y con ello podremos finalmente borrar de nuestra mente la gruesa línea que separaba el trabajo formal de cualquier otra actividad, cambiando así radicalmente el concepto de jornada de trabajo.

El resultado de todo esto, que ahora nos parece utopía, es la exaltación de la búsqueda del desarrollo personal por parte del individuo, que dejará en un segundo plano el concepto que ahora tenemos del trabajo, dándole un valor diferente a esta actividad y creando al mismo tiempo una mutación cultural al respecto, ya que el éxito laboral no será tan importante como, por ejemplo, la satisfacción personal.

Esta “revolución” permitirá un cambio de mentalidad en la relación salario-trabajo y nos enfocará hacia una sociedad no remunerativa, en donde las posibilidades de intercambiar bienes y servicios de forma coherente y organizada será un hecho. Algo muy similar a lo que pretendía enseñarnos la trama de la serie Star Trek (“Viaje a la Estrellas”), en donde el dinero no existía y todo lo necesario para subsistir simplemente estaba allí, al alcance de la mano; aunque era evidente que todo el mundo trabajaba en “algo”.

Los avances tecnológicos, tanto los más recientes como los futuros, reducirán las necesidades propias de nuestra sociedad actual, permitiendo otras vías de desarrollo. Así, que de una revolución pasaremos a una evolución, tanto social como mercantil. Todas las evidencias apuntan a que, más pronto que tarde, estaremos inmersos en una restructuración de la sociedad laboral actual, que una vez terminada, nos permitirá vivir en un ambiente de bienestar en donde la palabra desempleo no tendrá cabida.

Si conseguimos llevar a la práctica esta teoría, volveremos en cierta forma a la antigüedad, en donde era difícil diferenciar el trabajo de la diversión e incluso de los aspectos religiosos tan comunes en pasadas épocas. Pero dejando de lado el componente capitalista que tan bien aprendimos a aceptar con la industrialización y que estableció la “jornada de trabajo” como el componente principal de nuestra profesión. Entonces, es posible que sea mejor no permitir que la palabra “trabajo” desaparezca, sino que pase mejor a confundirse con el modo de vida que cada individuo ha escogido para preservar su subsistencia.

¿Piensas que el trabajo y su componente conceptual está llegando a su fin?
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17 comentarios en «¿Se acerca el fin del «trabajo»?»

  1. Luis

    Hola SM,
    Interesante pregunta.
    Supongo que nos seguimos desarrollando (en las economías desarrolladas occidentales) como los trabajadores del conocimiento que definió Peter Druker hace 50 años, pero no soy capaz de ver si esa progresión se puede ver afectada por nuevas tendencias (conciliación, vuelta a la naturaleza, slow food, globalización,…)
    Saludos,

  2. Directivo Pyme

    SM,

    Lamentablemente estamos muy lejos de las utopías que marcas.

    Yo sinceramente y además me considero un privilegiado por ello, casi siempre he «trabajado» en lo que me divierte. Pero esto es sólo una utopía efímera de supervivencia.

    La realidad del mundo es que el «poder» está en coorporaciones multinacionales, es más, en unos cuantos que están en la sombra disfrutando de poseer el capital para «jugar» con los destinos del planeta tierra. Al final estos también son unos pobres hombres, porque están limitados, salvo que alguno tenga contactos con otras civilizacionnes….

    Limitados a este planeta, mundanal y finito que ellos mismos están provocando que se agote. Unas gentes, es decir, nosotros,… «la pleve» que está cada día mas hasta las narices que su «valor» sea menor y su coste mayor.

    Estimado amigo, atisbo, que la tiranía de la «jornada laboral», con la explotación que conlleva innerentemente, tiene aún un largo recorrido entre nosotros. Los tiranos no están por la labor de que nos divirtamos todos…

  3. José Luis del Campo Villares

    Buenos dias.

    Sinceramente creo que el concepto tradidcional de trabajo ha desaparecido.

    El problema que veo yo es que no todo el mundo quiere agarrase a las nuevas tendencias y a las nuevas corrientes.

    Ademas, aunque parezca muy pesimista, distamos mucho de ser un pais desarrollado, sino no nos encontrariamos en la situacion tan grave como en la que estamos.

    Siempre vamos a remolque de las tendencias y no creo que estemos preparados por ahora para cambiar el concepto de trabajo tradicional, aunque sea necesario y la mayoria de los paises desarrollados de nuestro entorno ya lo esten haciendo.

    Estamos a anos luz de cambiar nuestras ideas sobre el trabajo.

    Saludos

  4. Isabel

    Como siempre, muy interesante SM!
    Encuentro dos pegas: una geográfica (¿qué pasa con otras partes del mundo?) y otra realista (términos como la «esclavitud» se supone que no existen en nuestro país, pero la realidad es otra muy distinta, lamentablemente)… Pero ojalá esté equivocada y ese día llegue 🙂

    Por otro lado, el mundo se va cambiando conforme vamos cambiando las personas que vivimos en él. Desde aqui un llamamiento a la importancia de la persona por encima de las circunstancias: como en la película «La vida es bella», uno puede enfocarse en la parte atractiva y abstraerse de alguna forma de la realidad. En el tema que nos ocupa, alcanzar así el punto de no considerar nuestro trabajo como tal…

  5. Jaime Cuesta

    Hace unos días leía (no recuerdo donde) sobre la nueva generación que sólo se mueve por lo que le apetece o no le apetece, despojando de otros valores a su vida y, dentro de ella, al trabajo.

    Las empresas se convertirán en grandes centros motivacionales que muevan a sus empleados a hacer cosas para que todos ganen dinero. Obama, por lo poco que hemos visto hasta ahora, puede ser un lider «tipo» de los líderes y mandos intermedios del futuro.

    El trabajo pasará por tanto de ser un deber a ser parte de lo que sentimos (aunque en ocasiones nos hayan manipulado para sentirlo)

  6. perell

    A priori, el escenario que planteas me produce miedo:

    Si eliminamos la separación ocio trabajo (tan bien diferenciada en la era industrial por la jornada laboral), podemos caer facilmente en lo que ocurría hace años con nuestros abuelos: simplemente el ocio no existia… es decir que se trabajaba todo lo posible. Es cierto que para algunos (más bien los de la clases influyentes: ilustración, política,religión,..) el ocio era extenso y viable en el marco de su profesión, pero creo que para el resto de trabajadores lo normal era currar sin descanso.

    Por el momento creo que la realidad dista mucho de poder ofrecernos de forma mayoritaria profesiones y por lo tanto puestos de trabajo donde el individuo no sólo se desarrolle «plenamente» como persona sino que ademas pueda tener espacios de «ocio», «conciliacion familiar»,…

    Si la flexibilidad horaria significa trabajar sin descanso, creo que la jornada laboral ofrece ventajas para muchos mortales.

    Por supuesto que cada persona es dueña de decidir si le combiene o no trabajar tanto, pero es común encontrarse ya hoy en dia con trabajadores autónomos que solucionan todos sus problemas «echándole horas al asunto», en detrimento de aspirar a tener una vida «plena».

    Miremos sino el perfil de los puestos de trabajo en nuestro país (hace falta mucha fuerza y poca maña).

    Sin embargo, yo aspiro a poder tomar todas la decisiones para desarrollarme plenamente en el plano personal y profesional. Ojalá supiera como fusionar el plano personal y profesional en el mundo real.

    Quizás en el futuro, tal i como apuntas, no tengamos que pagar la hipoteca…

    Un saludo!

  7. JAIME

    Pero, ¿de verdad creéis que la gente está dispuesta a tomar la responsabilidad de su propia vida? Yo creo que en general la idea no gusta ni un pelín. Se prefiere trabajar para otro, cobrar un salario y chao, que no pidan más, los fines de semana son para el botellón (fuera de casa con alcohol y dentro con televisión), faltaría más. Pan y circo – es lo que hay, porque es lo que la gente quiere…

  8. Pilar Jericó

    Francamente, creo que la auténtica revolución del trabajo se vivió hace 10.000 años cuando pasamos de ser cazadores-recolectores a agricultores. En ese momento, se produjo un cambio muy profundo de la sociedad que seguimos hasta ahora. Lo que está haciendo ahoracon la tecnología es favorecer las redes y crear grupos cada vez más poderosos, donde la identidad vendrá dada po el flujo al que se pertenece, como sucede con la red de freelances por ejemplo. Algo de esto ya escribía Handy en su libro «El Elefante y la Pulga».
    Un cordial saludo

  9. jr

    SM…
    El hombre casi siempre (99%) se mueve en busca de su beneficio personal, estos es naturaleza del ser humano y forja su propio destino para alcanzar sus objetivos, por lo que es muy difícil que el termino trabaje desaparezca esta palabra en mi opinión particular la relaciono con esfuerzo y sea lo que estés haciendo , cualquier esfuerzo que hagas siempre te dejara algún tipo de bienestar

    saludos

    j.r.

  10. Senior Manager

    Hola Luis:
    Por ahora seguimos siendo los trabajadores del conocimiento de Peter Druker, no obstante la progresión está en marcha y se convertirá pronto en revolución (para mi «pronto» significa 40 años) es irrevesible que nuestro futuro sea más globalización y más conciliación, no hay retroceso ni vuelta atrás.

    Hola Directivo Pyme:
    Veo que estás filosófico y extraterrenal en tus comentarios… Lo que apuntas es el panorama actual según la tendencia marcada, pero no te dejes engañar por el humo de la crisis, esta pasará y una nueva etapa vendrá, una renovación nos espera, sólo es cuestión de tiempo.

    Hola José Luis:
    Bueno, según los indicadores internacionales, si somos un país desarrollado y el hecho de poseer aún cierta cultura retógrada no necesariamente significa atraso… en algo estamos de acuerdo, a España le costará un poco más adaptarse a cualquier cosa que venga.

    Hola Isabel:
    Si, por eso incio el post haciendo referencia al mundo desarrollado, ya que habrá muchos países que quedarán al margen de esto, y la esclavitud continuará muy a nuestro pesar…
    Lamentablemente la película “La vida es bella”, es eso, una película, implementar los principios y la moraleja de su trama es extremadamente difícil, pues la sociedad está consolidada de otra forma. Muy interesante tu intervención.

    Hola Jaime Cuesta:
    Tal vez esta generación no, pero las que vienen detrás, tendrán el privilegio de experimentar cambios profundos en la sociedad y en las empresas, entre ellos, los de poder ver al trabajo más como un placer que como un deber y todo esto sucederá más allá de cualquier motivación.

    Hola perell:
    Mi propuesta está más orientada a asumir que podemos trabajar y al mismo tiempo hacer algo que ahora consideramos como ocio… Es decir que lo divertido se convierta en trabajo, de esa forma el concepto de la palabra se elimina y nace otro concepto… Como analogía… te apuesto que más de uno le gustaría ser catador de vinos, pues a simple vista parece divertido, pero para el catador es un trabajo… espero haberme explicado.

    Hola JAIME:
    Lo que indicas es una conducta común en nuestros días, pero existen claros indicadores de que esa tendencia no es sostenible. Mientras más temprano nos demos cuenta será mucho más fácil adaptarnos.

    Hola Pilar:
    Interesante que menciones a la «identidad» como componente social fundamental para los cambios que pronto experimentaremos, pues será desde nuestra propia identidad que podremos enlazar con el resto de conceptos que en los que será descompuesto «el trabajo», tal y como lo conocemos hoy en día. Otra revolución similar a la de hace 10mil años está por llegar.

    Hola Cheo (JR):
    Muy acertada tu inclusión de la palabra «esfuerzo» ya que el trabajo está compuesto prácticamente de eso. También comparto que el término «trabajo» no va a desaparecer, sino más bien mutar hacia otros conceptos.
    Gracias por pasarte por aquí.
    SM

  11. Directivo Pyme

    Estimado SM,

    Puede que sí esté un poco pesimista, y como apuntas the revolution is near to come.

    Está claro que lo que acontece en estos tiempos no se debe a meros ciclos dentro de una tendencia, como ya he comentado muchas veces. No estamos en una época de cambio, sino en un cambio de época.

    Esta crisis del 2008 son los últimos coletazos de la llamada revolución tecnológia. Ojala! se produzca una nueva revolución como la industrial, la o la de la tecnología. Esperemos que la nueva se base en el verdadero conocimiento y la del verdadero valor del ser humano y no únicamente del a explotación de los recursos, ya sea el planeta tierra, los países con menos recursos y finalmente la explotación de la dignidad humana que es lo que llevamos conociendo desde siglos y siglos.

    Esto nos lleva la conclusión de que, aunque estemos optimistas y espectantes por un cambio de época. Supongo que está en la naturaleza humana explotar lo que tiene cerca o al semejante para benficio propio. (y esto si será más difícil de cambiar)

  12. Senior Manager

    Hola Directivo Pyme:
    Yo pienso que a pesar de los factores negativos, si que tendremos la oportunidad de ver como se realzan el verdadero conocimiento y el verdadero valor del ser humano. No espero otra cosa que una verdadera revolución que abaracará prácticamente a todo el planeta.
    SM

  13. JAIME

    Hola SM,

    Como pudiste comprobar en mi comentario anterior, yo no soy nada optimista. Pero esto que comentas es interesante, no sé si conoces la teoría del ‘agujero blanco’, de Josep Burcet. Va por ahí también.

    Un saludo.

  14. Senior Manager

    Hola JAIME:
    La verdad es que no me refería a la teoría del «Agujero Blanco» de Josep Burcet (si la conocía, gracias), pero ahora que la mencionas, creo que algunos de sus principios si que tiene cabida en todo lo expuesto en este post, como por ejemplo el que dice que «Los cambios propuestos no representan el final de la vida, pero si el final de las maneras de vivir que hemos conocido hasta ahora». ¿no te parece?
    Gracias por aportar.
    SM

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