¿En qué quedamos? ¿Sirve el Coaching para algo?

¿En qué quedamos? ¿Sirve el Coaching para algo?
Hay personas que dicen que el coaching es una variante de la psicología. Otros creen que es un conjunto de ideas, que en manos de un buen orador (o “embaucador”), puede convertirse en una herramienta de sugestión.

Así como hay quienes consideran al coach como un consejero u orientador. También hay quien no le da valor alguno a su trabajo, alegando que lo puede hacer cualquiera (supuestamente)… incluso hay quién se refiere al coach como un “encantador de serpientes”… ¡en fin…!

Tal vez este relato real, les de una idea de lo que la gente “normal” opina sobre esta materia:


Javier (los nombres han sido cambiados), un coach de profesión y bloguero, tomaba un café en una terraza, en la que también coincidió por casualidad con Aníbal, un conocido suyo, que trabajaba como agente de seguros y profesional autónomo.

Hacía unos días que no se veían, así que el agente de seguros se acercó a su amigo para ver cómo iba todo, ya que lo había notado algo pensativo y ensimismado.

Aníbal: Hola Javier ¿qué tal?... ¿cómo va todo?

Javier: ¡Hombre bien! …ya sabes, en lo mismo de siempre.

Aníbal: Te noto algo preocupado amigo ¿todo bien?

Javier: ¡Humm! si, sólo estaba concentrado pensando en mi próximo artículo del blog, ¡ya sabes! …temas de coaching…

En realidad, Javier estaba pensando en publicar un artículo sobre coaching, pero no quería redactar uno como los que había escrito siempre; de esos que giran únicamente en torno al coaching y sus bondades… esta vez quería elaborar uno que pudiese rebatir los absurdos argumentos de sus detractores. Por eso se sobresaltó un poco luego de escuchar la respuesta que a continuación le dio su amigo.

Aníbal: ¡¡¡Eso del coaching no vale para nada!!!...

Era justo lo que Javier necesitaba, una opinión encontrada de un profesional independiente y con muchos años de vida laboral a sus espaldas. Ahora podría intentar contrarrestar sus argumentaciones y además tendría material extra para el post.

Javier buscó los ojos de su amigo sin decir nada, como esperando que completase la frase y puso toda su atención en lo que tuviese que decir.

Aníbal: Mira… una vez asistí a una entrevista de trabajo, en donde el entrevistador simplemente se limitó a preguntar sobre mi pasado y luego a analizarme mientras yo hablaba. Este señor no me aportó nada y además estuvo con los brazos cruzados prácticamente durante toda la entrevista… Por razones como ésta, es que el coaching no vale nada para mí. (Agregó)

“¡Perfecto!”… Pensó Javier, acababa de encontrar otro argumento para su post… Era evidente que su amigo tenía una opinión creada (y errada) sobre el concepto de coaching, y a juzgar por sus comentarios no tenía ni idea del verdadero significado de esta palabra, como la mayoría.

Javier se dio cuenta de que el problema radicaba en que muchas personas eran conocedoras del término “coaching”, pero al mismo tiempo también eran ignorantes, total o parcialmente, de su verdadera definición.

...Es fácil entrever que la historia anterior terminó con la explicación de Javier a su amigo sobre lo que es el coaching en realidad, así como lo que persigue, sus fundamentos y su metodología, y casi podremos imaginar la cara de Aníbal cambiando su expresión, mientras iba comprendiendo la explicación.

La intención de traer esta historia a colación, es demostrar que existen personas que ni siquiera saben de lo que hablan cuando mencionan la palabra coaching y que además poseen una tremenda confusión y un profundo desconocimiento de lo que significa ser coach.

La mayoría de estas ignorantes voces críticas, quedan completamente desmanteladas en el momento en que se les expone como funciona; sobre todo cuando lo hacemos de forma práctica más que conceptual. Por lo que terminan reconociendo que no lo tenían tan claro hasta ese momento.

Creo que la parte más difícil de trabajar como coach, es tener que argumentar constantemente en contra de las opiniones que aseguran que nuestro trabajo no vale para nada; sobre todo, cuando se trata de personas que si saben de lo que estamos hablando y que tienen muy claros sus conceptos sobre el tema… así que es posible que este artículo vaya dirigido especialmente a ellos.

Quienes creen o consideran que el coaching es una variante de la psicología, simplemente se equivocan.

Cierto es que ambas áreas se encaminan hacia la solución de un posible problema de las personas afectadas; pero mientras la psicología trata al individuo como un enfermo, que necesita de un tratamiento y de un especialista que solucione su estado (incluida la necesidad de fármacos). El coach lo ve como a una persona sana, que simplemente puede mejorar algunos aspectos de su vida, pero nunca viéndolo como a un enfermo, ni mucho menos como propenso de recibir medicación alguna para llevar a cabo esas mejoras.

Siguiendo con la analogía, el psicólogo analiza el problema y da la solución (del tipo que sea), mientras que el coach profesional busca que el mismo individuo se dé cuenta por si mismo de las oportunidades de mejora, mientras le enseña a orientarse hacia el cambio y cómo cambiar para conseguir sus objetivos.

Por lo tanto, el coach no propone soluciones para resolver el posible problema, más bien hace que la persona lo identifique y le busque una solución. También facilita que la persona ubique el lugar dónde se encuentra ahora y hasta dónde quiere llegar, incluyendo el camino que debe seguir para poder alcanzar su meta.

En pocas palabras, el coach (que podría también ser un psicólogo) le da las armas y herramientas al individuo, para que él mismo consiga solucionar sus problemas, sin involucrarse directamente en búsqueda de estas soluciones.

Por último, tenemos a los que piensan que el coaching es “el arte de embaucar”… a lo que podemos decir que también habrá curanderos auto proclamándose médicos y retóricos haciendo de orientadores; así que hay de todo en esta sociedad compleja. De modo que como en cualquier otra profesión, lo importante es saber identificar al verdadero profesional para tratar el tema con propiedad, pasando de los embaucadores.

Un verdadero coach, será entonces esa figura externa que nos hace de espejo, y que nos ayuda a ordenar nuestra mente, a descubrir nuestro potencial creativo y a estructurar planes de acción. También nos acompaña en el cumplimiento de nuestros pequeños compromisos diarios para lograr un objetivo mayor.

Reflexión: En la actualidad, las personas que vivimos en las sociedades modernas recibimos una sobredosis de información constante, mientras seguimos frenéticamente con nuestra vida. Por lo que resulta un auténtico desafío el poder conseguir centrar de forma coherente todos los planes, recursos, creatividades y potencial que tenemos dentro, para luego llevarlos a la práctica de una forma sostenida y constante. Y dentro de esta vorágine, resulta más difícil aún no perder el rumbo de la idea original y el compromiso con nuestra propia visión… esa que define cómo nos gustaría que fuese nuestra vida.

De allí proviene la importancia del coahing, pues con su correcta aplicación podremos encontrar el equilibrio que permita darle otra dimensión a nuestra vida, mucho más clara y mucho más positiva.

Nota: Artículo conjunto elaborado en dos partes con la amable colaboración de José Luis Del Campo Villares , conocido bloguero sobre temas laborales, coach experto y profesional especializado en orientación laboral.

¡Gracias José Luis…!

SM
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22 comentarios en «¿En qué quedamos? ¿Sirve el Coaching para algo?»

  1. José Carlos Amo Pérez

    He leído recientemente el libro de Leonardo Wolk titulado “El arte de soplar brasas”. El autor, antes de definir formalmente el concepto de coaching, explica que muchas veces le consultan profesionales inteligentes, brillantes y expertos que, sin embargo, se sienten atrapados y desmotivados o con sentimiento de incompetencia ante circunstancias difíciles.

    Explica el autor que una de sus primeras preguntas a estas personas es acerca de cómo se veían en sus inicios profesionales, acerca de los sueños que tenían en aquel momento.

    Y dice L. Wolk: “Muchas veces observo entonces como un fuego sagrado, ojos que se iluminan como brasas de ilusión. Y Pienso

    Por este motivo, de modo poético, define al coach como “un soplador de brasas”

    (Magnífica la idea colaborativa de compartir la elaboración). Mucha suerte.

  2. Jose Miguel Bolivar

    Enhorabuena a ti y a José Luis. Es de lo mejor y más riguroso que he leído sobre coaching en mucho tiempo.
    Mi definición personal del coaching es «el arte de ayudar a identificar y derribar barreras mentales», no dando soluciones (es decir, no orientando), sino ayudando con preguntas.

  3. Yoriento

    Hola Senior,
    gran idea esta de la colaboración, a la que yo también me he apuntado y espero mantener. Por otra parte, lo bueno de las entradas dobles es que un comentario que dejas en una vale para la otra también. 🙂 Publico por tanto el mismo comentario que le dejé a José Luis.

    Quería aportar al debate algunos conceptos. Creo que sigue siendo importante recordar que la “psicología de la buena” es una disciplina científica con un enorme cuerpo de conocimiento y práctica sistemática que tiene que ver con la conducta, las emociones y los pensamientos.

    Los objetivos, metodologías y soluciones de la psicología son concretas y se dirigen a facilitar a las personas su mejora personal y/o profesional, y la consecución de sus metas actuales (corto plazo) y de futuro.

    En función de los campos concretos en los que se aplique podriamos hablar de psicologia educativa, psicología organizacional o empresarial, psicología laboral o de la carrera profesional, psicología de desarrollo personal (que algunos prefieren denominar coaching, por ejemplo), psicología deportiva, etc.

    La visión de las personas que no conocen esta ciencia es comprensible que a veces sea un tanto limitada (como la mía es de la economía, donde tú eres un experto), y por eso tienden a reducir la psicología sólo a la intervención en problemas graves de conducta.

    Y muchos incluso siguen identificando psicología con psicoanálisis, ya sabes, eso de tenderse en el diván, cuya práctica es casi inexistente, anecdótica y desde luego muy poco psicológica¡ 😉

    Por otro lado, el coaching es una marca concreta y relativamente reciente, una denominación que viene de Estados Unidos y que allí aplican a prácticas que pueden denominar de asesoramiento, entrenamiento, “concienciación”, “descubrimiento”, etc. y otras sopladas de muy diferentes brasas (como bien afirma José Carlos), que son imposibles de definir de forma común porque hay muchas “escuelas” de coaching y coachs muy diferentes.

    Pero, en resumen, casi todas, por no decir todas, las posibles técnicas que se utilicen bajo esa marca (al igual que ocurre con otras marcas como la inteligencia emocional, el mentoring, el burnout, etc.) provienen directamente de la psicología, como se puede comprobar fácilmente, porque aunque los nombres puedan cambiar lo que se hace es lo que realmente cuenta, obviamente.

    Añadiré que no hay ningún problema por utilizar esa marca o porque uno quiera llamarse coach (yo lo hago por ejemplo, y veo que tú también empiezas a autocalificarte así, no?), se sea o no psicólogo, como bien dices.

    El problema viene porque el propio concepto, método y campos donde se aplica el coaching es tan diferente casi como coachs hay, y ahí es dónde es importante ir aclarando la cosa para que los clientes sepan qué ofrece cada cual, no? 🙂

    Para no ponerme pesado, y puesto que sobre este tema ya hemos debatido muchísimo y con gran apasionamiento en un reciente artículo con 64 comentarios, de momento, entre ellos alguno que otro tuyo bastante interesante, dejo al final el enlace por si resulta de interés e información.

    Como ya sabes que comenté, pronto publicaré una serie de casos prácticos de sesiones denominadas como “coaching” por sus autores para que sigamos conversando también sobre situaciones reales, que espero nos harán ver las cosas un poco más claras.

    Un saludito, Senior, José Carlos y José Miguel. 😉

    http://yoriento.com/2009/02/la-psicologia-es-al-coaching-lo-que-el-cocido-a-la-fast-food-443.html

  4. Jesús López

    Hola Senior,

    Coaching si o no?¿…, partiendo de un trabajo con profesionales contrastados, creo que un coach siempre es algo positivo, siempre suma para conseguir objetivos. Los problemas vienen cuando este coach no es capaz de contactar con su cliente, no es capaz de comunicarse, no es capaz de discernir el verdader problema del cliente (nunca suele ser el que cuentan) o tantas otras variables por las que no se llega a un acuerdo.

    Un coach siempre es bueno aunque sea malo. Siempre aprenderás algo nuevo o siempre verificarás aquello que ya sabías…

    Ahora bien, ¿como valoramos económicamente este valor? E ahí la piedra filosofal y e ahí el verdadero marrón de todo coach. ¿Cuanto vale el conocimiento? Si ya lo has adquirido nada, pero sino lo tienes y, lo que es peor, lo desconoces… ¿cómo le pones precio?

    Cuando algo se desconoce crea miedos, dudas, recelo y sobre todo cuando hay dinero de por medio…

    Saludos,

  5. cumClavis

    Dime quien es el coach y te diré si sirve para algo.
    Coaching es una palabra asumida por demasiad@s.
    Mucho narcisismo, esoterismo y gurú nigromante tras ese concepto. No crees?

    Un saludo

  6. Nacho Muñoz

    Gracias a todo lo que se está publicando últimamente sobre coaching me estrá entrando el gusanillo de recibir sesiones. No soy quién para hablar de la teoría sobre qué es o qué no es el coaching, pero ciertamente con esta lectura me quedan ciertos conceptos más determinados.

    Me he permitido el lujo de incluir este post en la recién inaugurada Sala de Exposiciones del Conocimiento Emergente http://tinyurl.com/d76acc

    Un saludo,
    Nacho Muñoz

  7. Eba

    Senior, estimado amigo :-), desde mi percepción, considero que hablas de la psicología desde una visión reduccionista, ….¿por qué existe tanto empeño en querer plantear psicología vs. coaching? ¿por qué no reconocer que el coaching se nutre de distintas disciplinas, entre otras, de la psicología?

  8. Martín

    Hola Senior, me gustó mucho el post.

    Creo que con el coaching pasa lo mismo que con otras discplinas. Cuando hay que tratar de «convencer» a alguien de sus bondades, es tiempo desperdiciado.

    Si la pesona tiene una experiencia satisfactoria con un psicólogo o con un coach (o con un astrólogo, para exagerar un poco) no es neceario rebatir nada. Las personas necesitan comprobar. La discusión intelectual, cuando no hay alguna experiencia vivencial que iguale la discusión, cuando solo se trata de confrontar puntos de vista y una de las partes solo pretende tener razón, es totalmente esteril.

    Ahora, creo que en el campo del coaching al igual que en el de la consultoría, como los pergaminos necearios para ejercer son mínimos y la verdad de la milanesa se ve en la práctica (en la que el éxito está determinado por resultados, o por la satisfacción de un 3ero y no siempre por la implementación rigurosa de metodología, ya que la impronta de la persona determina el resultado), es tierra fertil para que cualquiera haga sus primeros pasos. Y cualquiera, es justamente eso, cualquiera.

    Trabajar con un coach o un consultor criterioso, responsable y maduro es una bendición.

    Se me hizo extenso el comentario, pero me pareción muy bueno el post.

    Les envío un abrazo a vos y a José Luis

  9. Alberto

    Muy interesante Yoriento. Había colocado en mi blog, una nota para recordar profundizar sobre este tema. ¿Podrías recomendar alguna bibliografía?
    Alberto

  10. Gabriel Schwartz

    SM, debatamos: muchos párrafos de tu post me hacen pensar en el parecido entre el coaching con la psicología (no sé si lo sabes pero nunca – desde el año 1986 !! – dejé de ejercer la psicología clínica). Hasta la frase «lo importante es saber identificar al verdadero profesional para tratar el tema con propiedad, pasando de los embaucadores» es similar a las que escuchaba hace 20 años respecto de los psicólogos.

    Los psicólogos hacemos diagnósticos cuando recibimos una consulta y, en general, ayudamos a nuestro paciente aunque esté sano (tratemos de no entrar en vieja la discusión de plantear que «todos somos neuróticos»…) . Sucede que, por tratatarse de una ciencia que proviene del lado de la salud entender si tenemos delante una patología es un tema relevante. Creo que el coach ayuda, acompaña, asesora, brinda confianza, actualiza el potencial, cuestiona orientando su trabajo hacia el logro de objetivos. Muchas veces este trabajo termina en un cuestionamiento de esos mismos objetivos y un replanteo de las metas.
    Sin embargo el coach debe saber hasta dónde llega su posibilidad de intervención.
    Recuerdo que una empresa me pidió que coacheara a un gerente de sistemas. El hombre era excelente en cuanto a lo técnico pero con una gran dificultad en delegar, que no le permitía crecer y desarrollarse: terminaba haciéndolo todo, él mismo. A la segunda charla me di cuenta que volvía muy tarde a su casa por «causa de su trabajo» –> Para resumir: en realidad no quería volver a su casa, con su mujer…Ni quería mejorar sus habilidades para liderar a su equipo, allí sí que se sentía absolutamente imprescindible y valorizado. Descubrimos el problema y lo pusimos sobre la mesa, él hizo el resto encarando las dificultades con su esposa.

    Los psicólogos aprendemos con cada paciente al que ayudamos, que la solución al problema está siempre «en» el paciente, aunque la mayoría de las veces creamos que la tenemos nosotros (el mesianismo, que le dicen).

    Creo que el coaching constituye una disciplina joven que precisa seguir trabajando sobre su objeto y metodología de estudio e investigación. Y esto se logra a través de un «iada y vuelta» entre teoría y práctica además de los debates que le agregan difusión, objetividad y seriedad.
    Hay confusión porque todavía le falta definición…, creo.

  11. Senior Manager

    Hola José Carlos:
    Gracias por este detalle poético que ayuda a darle sentido al post. No he leído el libro que propones, pero ya lo he apuntado, ya que me gustó esa forma de ver las cosas en torno al coaching.

    Hola José Miguel:
    Si, y todavía falta la segunda parte… Está muy bien eso que conceptualizas sobre las barreras mentales, pues el coaching entra en la mente y se dedica a derribar obstáculos, tal y como expresa ese concepto.

    Hola Yoriento:
    Si, de esa forma unimos esfuerzos y pasamos un buen rato, ya verás que bien…
    Tus conceptos son siempre bien recibidos, así como tus comentarios, pues precisamente complementan muchas de mis lagunas de ignorancia dándole más forma y sentido a lo que expongo.

    Lo que comentas sobre la psicología lo tengo ahora bastante claro (gracias)… con el post, sólo pretendemos separar el coaching de la psicología, independientemente de que algunos coachs sean psicólogos (no todos lo son) y también sabiendo que este sistema proviene directamente de la psicología, lo cual no significa que siga siendo lo mismo ni que los psicólogos tengan más derecho a opinar sobre coaching que quienes se han formado en eso.

    Así como en los inicios de la psicología la gente no daba crédito a sus estudios, ahora pasa lo mismo con el coaching, y lo que más me sorprende es que sean los psicólogos los más reacios a creer en ella, sabiendo las que pasaron no hace mucho para darle credibilidad a lo que hacen.

    Realmente no me he formado como coach, (y no creo que lo haga)… así que no puedo denominarme como tal, pero para la redacción decidimos escribir como si los dos lo fuésemos, más que nada para darle un mejor sentido al texto.

    Bueno Yoriento, parece que seguiremos debatiendo el tema, así que espero la serie de casos prácticos de sesiones denominadas como “coaching” que señalas
    Un saludo y ya sabes que nunca serás un pesado por venir debatir…;)

    Hola Jesús:
    Me gustó eso de que “Un coach siempre es bueno aunque sea malo. Siempre aprenderás algo nuevo o siempre verificarás aquello que ya sabías…”, pues estoy muy de acuerdo que la entrada de un coach a nuestra vida sólo puede traer beneficios. No es como un doctor que si te da un medicamento que no corresponde te puedes morir; el coach, te dé lo que te dé, siempre será en tu beneficio.

    Hola cumClavis:
    Es cierto, por eso insto en el post a buscar al verdadero coach y al que se ha formado en ese campo… Es igual que con los médicos

    Hola Nacho:
    Te lo recomiendo, siempre aprenderás algo más sobre ti… y gracias por incluirme en tu inaugurada Sala de Exposiciones del Conocimiento Emergente

    Hola Eba:
    Si, puede que tengas razón… Este post es una especie de réplica a los detractores del coaching y es posible que la orientación y las comparaciones vengan de allí. Por cierto, estoy de acuerdo y reconozco que el coaching se nutre de distintas disciplinas. Tal vez debimos mencionarlo. Gracias

    Hola José Luis:
    Bueno, ya sabes que podemos seguir en esta línea… y gracias a ti por prestarte a colaborar.

    Hola Martín:
    A mi degustó mucho tu frase:“La discusión intelectual, cuando no hay alguna experiencia vivencial que iguale la discusión, cuando solo se trata de confrontar puntos de vista y una de las partes solo pretende tener razón, es totalmente estéril.” Pues es precisamente lo que sucede en el caso de los detractores del coaching…no lo entiende, no saben lo que es y siguen diciendo que es más psicología que otra cosa; cuando la verdad , como bien apuntas, se ve en la práctica y en los resultados.
    No te imaginas en que forma has enriquecido el post…Gracias por tu comentario que sin ser tan extenso, fue claro y preciso.
    SM

    Hola Alberto:
    ¿Sabes que había blogueros que pensaban que Yoriento y yo éramos la misma persona? Hasta que ambos aparecimos en el pasado EBE de Sevilla y comprobaron que no. Así que tranquilo que tu confusión es muy común. La bibliografía te la enviaré a tu correo, déjame agruparla.

    Hola Gabriel:
    Opino que los mejores coachs, son seguramente psicólogos de profesión, eso no lo pongo en duda. Y cuando hablo de embaucadores, me refiero a los que dicen ser coachs para atraer clientes, pero no lo son.
    Y estoy de acuerdo en que el coach debe saber hasta dónde llega su posibilidad de intervención, pues no dudo que en determinados casos conviene más la aplicación de otras ciencias. Sobre todo por que. Como bien dices el coaching constituye una disciplina joven que precisa seguir trabajando sobre su objeto y metodología de estudio e investigación y es por eso que surge la confusión en sus detractores

    Hola Raiza:
    Gracias por pasar y por lo que me dejaste por allá.
    Saludos
    SM

  12. Juan Martínez de Salinas

    Hola SM,

    Felicidades a ti y a José Luís por este magnifico artículo.

    En efecto, en el coaching hay mucho encantador y adulador de humo que poco serio tienen que aportar a esta profesión.

    El coaching desde mi modesto punto de vista hace que las personas que acuden a esta disciplina encuentren herramientas para que ellos mismos derrumben sus muros mentales y busquen las soluciones que mejor se adapten a ellos tras reflexionar con el coach todas las alternativas. El coach le plantea preguntas y opciones que le ayuden a abrir su mente hacia lo que necesitan.

    Últimamente entre lo que estoy leyendo y con estos debates estoy aprendiendo mucho de coaching.

    Saludos,

  13. Senior Manager

    Hola Juan:
    No te creas, yo también estoy aprendiendo… Eso que señalas es importante, pues estas herrameitas ya están dentro de la persona, sólo hay que enseñarle dónde…
    SM

  14. José Carlos Amo Pérez

    SM:

    el coaching (al menos el coaching ontológico) no proviene exactamente de la psicología, proviene curiosamente de la lingüística. La premisa de partida del coaching ontológico es que la imágen que nos hacemos del mundo está en relación directa con el modo en que uso el lenguaje y viceversa, según percibimos el mundo así nos expresamos. El lenguaje crea realidades.

    El coach ontológico es, en palabras tomadas de Maite Checa, un «diseccionador del lenguaje». En palabras de Rafael Echevarría «los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él».

  15. Senior Manager

    Hola José Carlos:
    Gracias por tu aporte; no había escuchado sobre el origen lingüístico del coaching ontológico; ten por seguro que voy a investigar más sobre el tema, ya que se está hablando mucho en la blogosfera sobre el mismo.
    Saludos
    SM

  16. José Carlos Amo Pérez

    La referencia es probablemente Rafael Echeverría. Estoy leyendo (despacio pues tiene miga el libro) «Ontología del Lenguaje», un texto muy conceptual y técnico, pero imprescindible (en mi opnión).

    Saludos.

  17. Pingback: El Coaching…¿Es una ciencia o un arte? - Senior Manager

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