
En base a lo anterior y a mi propia experiencia, creo no equivocarme al concluir que la Supervisión es realmente una ciencia, pero Supervisar es un arte.
La Supervisión de personas involucra al factor humano con todas sus complejidades y diferencias individuales. Un Supervisor debe entonces convertirse en artista uniendo el proceso científico a su imaginación creadora, para obtener como resultado un equipo (humano) motivado, bien entrenado y eficiente.
Es fundamental separar los conceptos de Supervisar y Gerenciar, que aunque relacionados no deben ser confundidos. La Supervisión está más relacionada a los recursos humanos (y al liderazgo), mientras que la Gerencia está relacionada, tanto a los RRHH, como a la gestión de los recursos financieros y de valor tangible en conjunto.
La Supervisión vista desde la óptica corporativa.
La Supervisión requiere de liderazgo y esa es una condición que no todos los seres humanos tienen. Así funciona nuestra especie, es algo natural, pues no todos podemos ser líderes. Las Corporaciones Multinacionales aún caen en el error de promover a algunos individuos con poca o nula capacidad de liderazgo a puestos de supervisión. Esto sólo trae ineficiencia en la producción, retrasos, mal ambiente de trabajo y sobretodo pérdida de dinero, tiempo y esfuerzo.
Aún a sabiendas de lo anterior; la mini-sociedad que subyace en las empresas multinacionales actuales y la gran cantidad de personas que trabajan en ellas, crearán los factores que (lamentablemente) contribuirán a promover al puesto de Supervisores, Gerentes y Directores, a personas que deberían seguir detrás de los verdaderos líderes. Así tendremos promociones y ascensos de tipo social, donde se elige a las personas por sus nexos o buenas relaciones con “los de arriba”, en total detrimento de otros candidatos mejor preparados para liderar y claro en perjuicio de verdaderos líderes (ya en puestos de supervisión), que tendrán que competir con elementos ineficientes pero bien conectados socialmente.
Éste es uno de los factores que está convirtiendo a muchas multinacionales en compañías cada vez más burocráticas y menos eficientes y es precisamente lo que nosotros, como entes activos en nuestras respectivas empresas, debemos evitar. Debemos promover y ayudar a que promuevan a las personas idóneas para una posición de supervisión, ya que de lo contrario estaremos perjudicando a la corporación y a la larga, a nosotros mismos.
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