Los trabajadores que han superado los 45 años de edad y que laboran actualmente en empresas grandes, están encontrando cada día mayores problemas para adaptarse a los avances tecnológicos e informáticos y comienzan a sentirse un poco desplazados y fuera de lugar en la empresa.
Su menor habilidad para recibir las nuevas tecnologías los está relegando a un segundo y peligroso plano, dejando espacio a nuevas generaciones que en apariencia se muestran mejor preparados a un nivel tecnológico, pero que evidencian poca experiencia y casi nula preparación en aspectos técnicos y teóricos de suma importancia para mantener o aumentar la productividad de las empresas.
Los estereotipos negativos asociados a los trabajadores “senior” están acelerando coyunturalmente los procesos de transición y transmisión generacional (normales) de las empresas. Este fenómeno está haciendo que numerosos trabajadores, que en sus inicios en la empresa no contaban con computadoras/ordenadores como herramientas de trabajo, parecieran estar quedando "obsoletos" antes de tiempo; sobretodo, antes de poder traspasar sus conocimientos y experiencia a las nuevas generaciones.
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De forma que están siendo sistemáticamente reemplazados por empleados más jóvenes, que indudablemente aportan adaptabilidad y conocimiento sobre las nuevas tecnologías, pero que carecen de la experiencia necesaria para desarrollar sus funciones de forma eficiente.
Cómo gerentes… ¿Qué podemos hacer frente a este fenómeno?
Primero que nada, debemos determinar el grado de incidencia que tiene (o tendrá) este hecho en nuestra empresa, de forma de poder atacarlo a tiempo de acuerdo al caso….Luego, dependiendo de las características de la empresa y de las funciones de los empleados involucrados deberemos…
Aplicar programas internos de capacitación para mejorar las habilidades informáticas de nuestros trabajadores considerados “seniors”. Independientemente de sus funciones o de que la salida del trabajador esté próxima.
Tomar en cuenta que estos empleados tendrán que aprender “de otra manera” debido a que facultades como el sentido de la vista, la memoria y la capacidad de retención disminuyen con la edad. Por lo que deberá promoverse el aprendizaje tipo prueba-error hasta alcanzar el dominio de la nueva tecnología.
Considerar que estos trabajadores no cuentan con una base ni una experiencia tecnológica previa en otros soportes y ambientes digitales, tales como Ipods, lap-tops ó PDA´s, debido a que en su niñez ni siquiera existían los teléfonos móviles celulares.
Crear cursos de formación adaptados que incluyan pausas para probar los nuevos conocimientos, así como la inclusión de herramientas tangibles que muestren de forma real y en directo las nuevas tecnologías, ya sean de tipo hardware o software.
Lo más importante es evitar que se acelere el proceso normal de relevo generacional que debe producirse de forma sana en las empresas, amortiguando y ralentizando los factores que producen esta aceleración.
Hay que recordar que todos seremos mayores algún día (si es que no lo somos ya) y que también nos alcanzará la brecha tecnológica en su debido momento. Por esta razón todos merecemos la oportunidad de aprender lo que en el pasado no pudimos y la empresa debe hacer un espacio para promover este tipo de acciones entre sus empleados "seniors" y ayudar a que se nivelen en los aspectos tecnológicos que afecten directamente sus funciones en la empresa.
Alguna vez he pensado que la situación de “analfabetismo digital” de muchas personas que rondan los 40 confluyen dos problemas: uno de actitud del trabajador y otro de falta de exigencia por parte de las empresas donde trabajan. Conozco multitud de personas mayores de 65-70 años que navegan, utilizan el correo-e, escriben textos sencillos en Wordpad o Word y son capaces de utilizar el messenger. Se vieron urgidas por diferentes circunstancias (un hijo estudiando fuera, búsqueda de información para afrontar un problema, aumentar la intensidad del contacto con sus hermanos más allá de la carta postal, asociarse a alguna causa u ONG que difundía sus noticias por Internet, llenar su ocio con la lectura de periódicos…)
Por tanto, a veces me planteo: ¿La empresa está sabiendo crear a esos seniors una necesidad y mostrarle unas ventajas para que se decidan a romper con esa actitud de cautela que muestran y utilicen las tecnologías? Bien dices que esto debe ser un proceso pausado y constante ya que no podemos pretender que el senior domine el uso de SAP, wikis o consiga tener 200 feeds en su lector.
Creo que es cuestión de romper paradigmas, tanto en la empresa como en los seniors y que la capacitación y formación que propugnas para ese colectivo debería ir más enfocada a adaptar su “espejo social” con respecto a la tecnología. Es más, si los jóvenes fueron atraídos por la tecnología, los seniors–cuya gran parte de la vida transcurrió sin ordenador–no ya sucumbirán ante esa tecnología, sino que serán embrujados.
la mala noticia es que la mayoría de las empresas grandes y medianas en América (desde el Norte hasta el Sur) no está interesada en invertir para ayudar a adaptar a sus «seniors» a las nuevas tecnologías, pues resulta más barato (en el mediano plazo)reemplazarlo por un joven inexperto pero formado tecnológicamente.
Sólo en Europa tenemos la suerte de contar con este tipo de programas de adáptación en las multinacionales, así que el ratio de los seniors «no adaptados» depende más que nada de razones personales del individuo, que por alguna razón acepta o no las nuevas tecnologías y se adapta finalmente a ellas…Estos programas han tenido mucho éxito en mi empresa y según mi propia experiencia sólo la barrera del idioma ha creado trabas en aquellos individuos que no dominaban el idioma en que vienen configurados los actuales sistemas informáticos…del resto, la adaptación ha sido progresiva y efectiva…es sólo cuestión de atacar el problema de una forma humana y los resultados no se hacen esperar.
Gracias por tu aporte