¿Debe haber consenso entre jefes y subalternos?
En cierto post de Yoriento nació un debate relacionado con la actitud de algunos jefes y de si ellos tenían la culpa de los problemas de consenso entre subalternos y jefes y en donde surgió la pregunta “¿Por qué resulta a veces tan difícil encontrar un consenso entre trabajadores-empleadores?
En el mencionado post, se expusieron varios puntos de vista dependiendo de si los exponentes eran empleados o jefes…en fin que en estos días tuve que volver a debatir sobre éste punto (esta vez verbalmente con otros empleados) y quise retomar el tema. Así que decidí escribir éste artículo para dejarles mis impresiones sobre si existe un espacio para el consenso entre jefes y subalternos.
Independientemente de si somos jefes o subalternos y respetando cualquier opinión… Creo que para poder hablar con propiedad sobre la actitud de los jefes, es necesario haber pasado por varias etapas en la empresa y haber experimentado lo que es ser: primero empleado subalterno, luego jefe de mando-medio y después jefe de un departamento grande o de una sucursal completa (por no ir más allá).
Yo parto de una frase muy simple que me ha acompañado hasta ahora..."Para ser buen jefe hace falta primero ser un buen subalterno".
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Puede que entienda lo que sienten los subalternos (pues yo lo fui) pero no comparto la mayoría de sus opiniones con relación a sus jefes… sencillamente porque no son ni han sido jefes, lo que no les da la suficiente propiedad ni los califica para sacar conclusiones sobre si los jefes son buenos o malos y mucho menos para determinar si sus decisiones son correctas o incorrectas.
Hay que empezar por el principio y si desde el principio los subalternos no entienden todo lo que los jefes tienen que pasar estando en una posición de responsabilidad, entonces sólo tienen una cara de la moneda en donde las cosas se miran desde una posición cómoda y egoísta.
Es muy fácil hablar mal de los jefes cuando no se comparten las responsabilidades de estos y cuando se desconocen los sacrificios que han pasado para llegar allí, pues no llegaron con un paracaídas sino que tuvieron que trabajar mucho para conseguirlo (excepciones aparte).
No digo que no haya jefes injustos y otros casos similares, pero por lo general todos los jefes tienen una espada de Damocles sobre su cabeza y deben hacer lo que sea necesario para que no les caiga encima.
Además, casi todos los jefes siguen siendo subalternos de alguien más, así que su responsabilidad es doble, sobretodo cuando ocupan mandos intermedios en donde deben convertirse en una especie de esponja absorbente de los problemas de sus subalternos y a la vez un escudo que los proteja de los jefes superiores.
Así que respondería (un poco tarde) a la pregunta de Yoriento (la de arriba) así: “Porque son los jefes los que deciden si dan un consenso o no, es una prerrogativa que se han ganado a pulso”.
Soy también de la opinión de que son los jefes los que evalúan a sus subalternos y no lo contrario (les guste o no a los subalternos), así que no hay nada que preguntarle a los empleados sobre sus jefes; es decir, aquí no hay espacio para consensos, pues no se trata de una confrontación...cada empleado es libre de retirarse de una empresa si no le gusta cómo es dirigida... pues la empresa no es un ente democrático ...y nadie obliga a los empleados a quedarse.
Una empresa no puede (ni debe) realizar sondeos, ni mucho menos referenda, para saber si a los empleados les gusta su jefe o si piensan que lo hace bien... ¿Y si no les gusta, qué...harían elecciones?...¡¡¡por favor!!!
Aunque parezca injusto (que no lo es), son los jefes los que deciden y los que tienen la última palabra...y si...también son los que pueden opinar y evaluar (formalmente) al resto de empleados y nunca a la inversa.
Sobre democracia en la empresa ya hablaré en otro post.
Cuando en estas relaciones entre jefes y subalternos priman la razon y la humildad, aparecen inmediatamente puentes de comprension.
Alguna que otra vez he tenido que escuchar eso de «no eres democrático» a lo que siempre he contestado lo mismo: «Si el consejo decide que la empresa no está bien dirigida, no se van a hacer votaciones para saber quién es el responsable. Me echan a la calle de una patada a mí. Por tanto, esto no es una democracia, es una empresa».
Me repito mucho, pero…¿van aparejados siempre los intereses de los jefes con los intereses de la empresa?
Yo creo que es algo que va más bien en la integridad de las personas… Yo no he visto ni a subalternos ni a jefes dimitir de sus puestos porque se sientan incapaces, cuando es muy probable que lo seamos,más bien al contrario…esto me llevó a pensar que hay un instinto de conservación que está por delante de nuestro desempeño en el trabajo.
y por supuesto… el jefe también puede dimitir!!!!
Hola Ricardo: No dudo de que los puentes son importantes para mantener buenas relaciones laborales, pero creo que la palabra consenso queda grande entre las relaciones jefe-empleado.
Hola hagetmau: No siempre van aparejados estos intereses pero por lo general si lo están, ya que de otra forma no podría ser el jefe al menos no en el mediano plazo… Sólo he visto dimisiones por sentirse incapaces en las sucursales asiáticas… allí si es verdad que los jefes tienen verguenza.
Hola víbora: Estoy de acuerdo contigo, el que quiera democracia que cree su propio partido, ya que una empresa no puede ni debe ser democrática…La palabra clave podría ser «participación».
Todo un mundo, lo de la jefatura…psicología, integridad, amplitud de visión, un punto de picardía, capacidad de comunicación, de aceptar responsabilidades, autocontrol, disponibilidad…,leer en el ambiente, interpretarlo correctamente y tomar decisiones adecuadas, ser capaz de sacar lo bueno de la gente…y todo ello impregnado de todos los conocimientos técnicos para poder ofrecer respuestas.
No sé si será con sondeos, pero creo que sí es necesario que «la empresa» sepa como se ve un jefe desde el punto de vista de sus subordinados. No creo que se deban esperar los malos resultados, o que se empiece a perder personal valioso, para saber que un equipo está desmotivado por la mala gestión que hace el jefe de su responsabilidad.
Otro tema, en la línea de los dicho por hagetmau, he visto bastantes casos de jefes cuya principal preocupación es mantener su puesto (evidentemente nunca renunciarán a él) y al final resultan ser un obstáculo para el trabajo, para las comunicaciones, para las carrreras de sus subordinados, etc. Sin saber lo que sienten los empleados, ¿cómo detectar estos casos antes de que sea demasiado tarde?
He tenido unos cuantos jefes, casi todos, me han machacado y a todos los he terminado superando, con trabajo, esfuerzo y FORMACIÓN. Ha sido la dedicación al trabajo lo que me ha permitido no personalizar.
Pero visto desde atrás, me he tropezado con jefes series B, salvo honrosas excepciones y con mucho menos escrúpulos.
Algunos, superados en una semana, otros en años y siempre se ha roto la cuerda en la indemnización mas pequeña.
Dejen las pamplinas.
¡Salud es funda mental!
Es definitivo esta frase resume totalmente todo lo que dices:
…»Para ser buen jefe hace falta primero ser un buen subalterno».
Además el crear puentes a como apunta Ricardo es una de las mejores formas de entendernos.
Y una actitud positiva y humilde creo que sería la combinación perfecta para ser un jefe de éxito y ser respetado y no temido.
Saludos
Buenas noches.
Gracias ante todo por comentarme en el blog amigo.
Yo creo que el rol de jefe y de subordinado tienen ya en si unos niveles de asertividad (para cada uno de los puestos), de control emocional, de delegaci�n o inclusod de confianza en el entorno, que hacen que la relaci�n (puente) sea casi imposible de mantenerse. Por decirlo de alg�n modo m�s vulgar: «en todo momento cada uno sabe donde est� y eso esta latente en la relaci�n y la condiciona en todo momento». No obstante cierto es que el perfil de un directivo puede aclimatar mucho la relaci�n, pero el salto definitivo a ese puente es materialmente imposible a mi modo de ver, aunque si puede haber una gran aproximaci�n.
Por lo que veo tu eres de la corriente proactiva total cosa con la que estoy de acuerdo en su totalidad, pero que en mi experiencia, pocas veces te encuentras con un grupo homog�neo en el que aplicar la inteligencia emocional. Si que involucrar a los subordinados en las decisiones de cambio, transicciones o simplemente en la transmisi�n de �rdenes, hace que su «ego» emotivo, facilite la asimilaci�n de las mismas. Siempre hay que intentar motivar con la involucraci�n de los subordinados, haci�ndoles part�cipes en todo momento (y siempre dentro de un cierto l�mite)de lo que acontece a su alrededor. Lo que si es m�s dif�cil a veces es conseguir a la persona adecuada para controlar estos sentimientos , manteniendo un nivel de asertividad adecuiado y un control emocional en cada situacion.
Voy a realizar un post en unos d�as sobre los perfiles o aspectos de cada puesto laboral espero que mne «lo critiques» porque tu tienes que saber much�simo de ello.
Un saludo y gracias por los comentarios
Para mí la palabra jefe no debería existir. Creo en las estructuras planas (desde mi modesta experiencia), creo que cada uno tiene una función, la función de un «jefe» es organizar, coordinar, resolver conflictos, …en definitiva liderar. Si no sabe que lo quiten. Una empresa es un equipo sino funciona el entrenador hay que cambiarlo.
Las cosas ya no se hacen por que si, y si se hacen por que si nadie te seguirá. Liderazgo esa es la palabra. La gente tiene que conseguir amar su trabajo, creer en lo que hacen y entonces pondran toda la pasión en ello. El esfuerzo es mayor pero merece la pena.
Un saludo.
Yo no he sido jefa, pero he tenido varios jefes, eso me da cierta capacidad de ver si uno es mejor que otro al igual que puedo considerar a determinados compañeros peores o mejores profesionales sin por ejemplo ser ingeniera. Se que hay decisiones que no puedo valorar pero si otras y sobretodo algunas aptitudes de la persona que son muy importantes para ser un buen jefe como la capacidad de dirigir, organizar y motivar un equipo, el liderazgo, la capacidad de delegar…Eso si, soy consciente de que yo podría hacerlo mucho peor!
Este es un tema de relaciones interpersonales que como cualquier otro requiere de un sano contacto con la realidad, como bien expresas en varias ocasiones con diferentes palabras (a fin de cuentas todos trabajan para cumplir objetivos empresariales, de ahí nadie escapa)y de una competencia emocional bien desarrollada. Las empresas lo saben bien e invierten en ello cada día más. Por si te interesa te dejo la dirección del Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations cuyos presidentes actuales son Daniel Goleman and Cary Cherniss. La lista de sus miembros tambien es bastante llamativa, así como los temas que se investigan y los cursos de competencia emocional para empresas y organizaciones que imparten, como verás en la lista de Modelos de Programas. http://www.eiconsortium.org/members/consortium_membership.htm#
Hola de nuevo hagetmau:
Apuntaré esas variables que indicas para ayudar a crear consenso.
Hola gnomo567:
Aunque no parezca, los jefes tenemos jefes también y son ellos los responsables de evaluarnos y de decidir si lo hacemos bien, nadie más.
Hola mpyriko:
No dudo de que existan empleados mejores que sus jefes, pero eso no les da derecho a juzgarlos ni a solicitar consensos.
Salud…
Hola esadelblog:
Es difícil valorar lo que es ser jefe sin haberlo sido, No obstante no descarto tu comentario pues considero que cualquier punto de vista debe ser considerado.
Hola Oscar:
Tienes razón, debí haber puesto líderes en lugar de jefes en el título de mi post.
Hola Jose Luis:
Es cierto existen muchos y múltiples factores a tomar en cuenta en eso de la relación jefe-subordinado.
Estaré esperando tu post.
Hola Roy:
vale…me quedo con lo de la actitud positiva y humilde, también creo que sería la combinación perfecta.
Hola María:
Gracias por la info, ten por seguro de que le echaré un vistazo.
Slts
SM
Estoy de acuerdo con el comentario de Oscar. La idea de «jefe» o «líder» está sobredimensionada porque un jefe o líder ocupa el centro, el núcleo y a todos nos gusta la fama y el poder.
Igualmente, nuestras democracias son tan democráticas como las empresas privadas, grandes o pequeñas. Democráticos son los gansos, que cuando vuelan en bandadas van rotando en el lugar del líder porque estar en el centro o en el frente puede ser atractivo para el ego pero termina siendo agotador.
He sido subordinada y soy gerente y administradora de mi empresa desde hace 6 años, así que a riesgo de parecer polémica, os diré que si algún día conocéis la otra cara de la moneda, os daréis cuenta de la difícil tesitura en la que se encuentra una persona que tiene que rendir cuentas y arriesgar su capital humano y ecónomico para escuchar a «subordinados» emitir opiniones demasiado fáciles desde una posición, muy cómoda, bajo mi punto de vista.Si algún día les tocara a ellos arriesgar lo que sus jefes arriesgan, otro gallo cantaría…