Una nueva experiencia colaborativa



Hoy nace un interesante e innovador proyecto de colaboración participativa en red, producto de la genial mente de Dioni Nespral; a quien ya conocemos como padre y principal impulsor del "Blogbook (El futuro es tuyo)". Libro colaborativo de mucho éxito que ha sido ampliamente difundido en diversos medios y que también ha sido muy bien acogido por la comunidad bloguera.

Así que siguiendo ese mismo espíritu de colaboración en red y utilizando el mismo camino que impulsó al Blogbook, hemos unido esfuerzos para desarrollar un nuevo proyecto colaborativo, con el que deseamos “aportar” consultoría participativa y con el que esperamos “despertar” al consultor que hay en todos vosotros; pues la intención es crear espacios compartidos para que cualquiera pueda aportar y enriquecer el proyecto desde cualquier ángulo.

Se trata de contar, utilizando nuestros respectivos blogs, la historia de una empresa “ficticia” de mucha tradición familiar que está atravesando por un momento crítico y que claramente necesita consultoría. Nuestra intención es la de generar opiniones, debate y participación a través de vuestros comentarios y valiosas opiniones recogidas en ambos blogs, para ir aportando valor y enriquecer el proyecto, además de darle sentido a la historia.

Y como bien apuntaba Dioni…Además de escritores, también nos convertiremos en actores en las reuniones a lo largo de la historia, pues actuaremos como asesores de la empresa, dando nuestros puntos de vista en materia de consultoría… ¡Quién sabe! Tal vez encontremos más consultores en el camino para incorporarlos al equipo de “actores”…

Empieza entonces esta nueva aventura colaborativa... ¿En qué se convertirá?... ¿En otro libro colaborativo? ¿En una empresa? ¿En otro nuevo proyecto? …nunca se sabe... pues las opciones son infinitas y ya sabéis que trabajar con Dioni, además de ser todo un lujo, es también una senda llena de oportunidades.

¿Te animas?
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Sinopsis:

Carlos (el joven Presidente) intuía que de ahora en adelante las cosas no serían tan sencillas como en los últimos años. Se enfrentaba hoy a la primera reunión con sus asesores, en la que se definiría el rumbo de la empresa hacia un nuevo camino de innovación y dinamismo. El asumiría sus nuevas responsabilidades como Presidente y a partir de ahora, Sebastián (el recién contratado Director General), lidiaría con el día a día de la empresa, así que Carlos quería por primera vez, tener una visión y una misión (aunque no le terminaban de convencer esos conceptos), para comenzar a implementar las estrategias necesarias y llenar la empresa de innovación y apertura. Por lo que su reto comenzaba realmente hoy...”¿Hasta dónde llevar a la empresa de mi familia?”… se preguntaba. Sus horizontes, en este momento, no tenían límites...

La empresa se había movido (hasta ahora) dentro de un marco tradicional con la ventaja de disfrutar de una cómoda situación financiera, pero también con la desventaja de tener una total falta de motivación de la plantilla por tratar de cambiar, lo que impedía a la empresa poder abrirse a las nuevas tendencias empresariales y de mercado.

 

El nuevo Director General y su día a día (La primera reunión con los consultores).

Sebastián se movía algo incómodo en la silla de cuero en la que estaba sentado desde hacía veinte minutos, era una persona paciente y acostumbrada a cambios imprevistos, pero en ese momento deseaba comenzar la reunión con los consultores cuanto antes. Sentía que perdía el tiempo allí sentado con todo lo que había por hacer con este nuevo proyecto que enfrentaba a partir de hoy. Su mano izquierda tamborileaba sobre la mesa mientras veía con aspecto tranquilo a Carlos quien en ese momento releía las últimas notas de Senior Manager y Avelino.

_Creo que han tardado un poco.

Dijo Carlos con cierto tono de preocupación mientras colocaba la hoja de papel que tenía en sus manos en la mesa y dejaba escapar el aire de sus pulmones.

Al mismo tiempo fue consciente de que sus manos sudaban más de lo normal, lo que lo llevó a confirmar de que tal vez estuviera un poco nervioso dada la situación y la importancia de la misma.

No era para menos, tenía en sus manos el destino de la empresa familiar, así que tal vez fuese normal que se sintiera así. Sabía que estaba haciendo bien las cosas, pero no dejaba de rondarle por la cabeza una cierta preocupación por tantos cambios en tan poco tiempo. Nunca en la historia de la empresa se habían decidido tantas acciones en tan poco tiempo y sobre todo, nunca se había tomado ninguna decisión que afectase tanto a la empresa como la que había tomado apenas unos días atrás.

_ Pues si…¡¡ejem!!…si que han tardado…

Dijo Sebastián de forma entrecortada, reaccionando casi sin pensar y tratando de mostrarse tranquilo. Luego estuvo unos 20 segundos pensando si realmente había dicho esa corta frase con tono de tranquilidad o con algo más de resignación, pues realmente su mente estaba en otro lado cuando Carlos habló haciendo su comentario sobre la tardanza de los consultores.

En realidad tenía la mente en otro lugar desde hacía rato, ya que mientras Carlos leía las notas que tenía en la mano, Sebastián dejó volar su imaginación pensando cuál sería su trabajo en el día a día como Director General de la empresa, tomando en cuenta la poca información que hasta ahora habían puesto a su disposición.

No tenía dudas de su capacidad, la cual consideraba asumida y más que comprobada. Prácticamente sabía lo que tenía que hacer y estaba seguro de que no representaría un problema gestionar y dirigir la empresa de forma eficiente, sobre todo con los cambios, los proyectos y los retos que Carlos le había comentado en días anteriores.

Desde un principio vio a Carlos como un idealista apasionado y fiel a sus principios al escucharlo hablar sobre su innovador proyecto de empresa y estos aspectos fueron los que lo convencieron para aceptar dirigirla. Si, Carlos lo había impresionado con su optimismo y deseos de innovación y le había transmitido algo de su pasión.

Pensando en ello, se acordó de que en una de esas conversaciones, se imaginó a Carlos en su juventud paseando por la empresa de su padre ajeno al destino que le deparaba, pero también lleno de sueños relacionados a su futuro como heredero de una fuerte tradición familiar. En cierta forma podía mirar en el interior de Carlos a través de sus ojos, pues se notaba que era una persona transparente y directa y eso le gustaba mucho en las personas, pues él también lo era.

Miró a Carlos unos segundos a los ojos y sonrió sinceramente, sintiendo al mismo tiempo que también bajaba la tensión que había sentido hacía un rato, sus pensamientos lo habían relajado de forma inconsciente, era una práctica que lo había ayudado mucho en situaciones difíciles (dejar volar su imaginación), abstraerse le ayudaba a reconcentrase y lo traía de vuelta a la realidad con otra perspectiva más abierta y más relajada.

_Bueno… te confieso que lo que he visto hasta ahora me ha gustado.

Agregó Sebastián haciendo referencia a la empresa. Habló sonriendo de forma espontánea, mientras se acomodaba en su silla y notaba con inesperada gratitud que la tensión de sus hombros comenzaba a disiparse.

Quería transmitir a Carlos su auto confianza y demostrarle que había captado el mensaje que éste le había planteado al ofrecerle esta posición tan importante. Quería contarle todo lo que había pensado y plantearle muchas ideas que tenía en mente para materializar.

Sebastián había creado un título (“El sueño de Carlos”) en su mente, para acoger más fácilmente el proyecto (y se había divertido haciéndolo). Este pensamiento se le ocurrió casi sin querer y desde ese momento no había podido apartar de su mente esa frase asociándola inevitablemente a Carlos y a todo su proyecto de empresa. De hecho le divertía cada vez que recordaba la frase, pues le recordaba sus comienzos como Director en otras empresas, así que pensó en no compartirla con nadie más. De esta forma podía asignarle cierta identidad al proyecto para poder visualizarlo mejor. Esa fórmula le había servido en el pasado para convertir asuntos abstractos en mentalmente tangibles, lo que le permitía materializarlos más fácilmente al darles vida de forma inconsciente.

Había pensado mucho en cómo sería su día a día en la empresa y ya tenía un buen plan montado. Sabía que cada empresa es un mundo complicado con características totalmente diferentes y que las empresas sólo podían parecerse en aspectos de organización y estructura, y era precisamente por allí por donde quería comenzar, por los aspectos más generales.

Sebastián estaba ambientado en el manejo de PYMES, así que no era necesario adaptarse a dimensiones diferentes, sólo debía adaptarse a la idiosincrasia de la empresa. Estaba preparado mentalmente para hacerlo, lo que lo predisponía a una adaptación rápida.

Casi por impulso se llevó la mano derecha al pantalón buscando sentir el relieve de "la lista" en su bolsillo. Unos días atrás había garabateado, una lista de acciones que sabía que debía llevar a cabo los primeros días o semanas al frente de la empresa.

Aunque no tenía dudas de que era todo un profesional y de que tenía experiencia suficiente al frente de empresas similares (incluso un poco más grandes), se seguía guiando por sus instintos y por las costumbres que lo habían llevado por la senda del éxito, así que estaba convencido de que elaborar un listado conteniendo las primeras acciones para llevar a cabo en la empresa sería un buen ejercicio mental, no sólo para dinamizar su espíritu gerencial, sino también para utilizarlas de guía y de referencia en esos primeros días.

CONTINUARÁ...

 

¿Deseas ayudar a Sebastián o tal vez a Carlos?, ¿Piensas que puedes aportar alguna idea para el proyecto?

Puedes hacerlo participando con tus comentarios, ya sea en esta entrada o en el blog de Dioni Nespral.

 

Entradas anteriores relacionadas con este post:

El problema de Carlos CEO - uno
El problema de Carlos CEO - dos
El problema de Carlos CEO - tres
El problema de Carlos CEO - cuatro
Una nueva experiencia colaborativa (Dioni)
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2 comentarios en «Una nueva experiencia colaborativa»

  1. eKaizen

    Yo me apunto, me parece algo apasionante.
    Ya he dejado mi primera mini-colaboración en el blog de Dioni, porque hay que empezar por el principio.
    Un saludo

@SeniorManager